miércoles, 28 de abril de 2010

La fantasía para un lector

Lilian Escobar

La lectura es una sensación fantasiosa. Cada día, la raza humana se alimenta de conceptos, frases, enseñanzas que cuando son leídas ayudan a comprender el mundo. Para lograr la comprensión de esos textos hay que dejar de lado el hecho de simplemente leer, hay que globalizar esos tres contextos que envuelven una lectura (el contexto del autor, el del texto y el que pueda llegar a tener el lector).

Tal vez las personas comprenden de formas diferentes y así tienen diferencias en la forma de entender, pero grandes lectores que han adquirido conocimientos a través de la lectura encontraron un mundo de sensaciones fantasiosas y maravillados permitieron que esa lectura entrara y penetrara por sus sentidos, causando así una catarsis emocional que permitió seguir en el descubrimiento del texto, esas escrituras tan mágicas y sagradas que se confunden con Dios.

Puede ser que por esa fantasía cada ser humano tenga un aprendizaje de cómo leer, ya que leyendo pasan a comprender, así como lo plantea Daniel Cassany: “Leer no es leer, leer es comprender”, conocer y enlazar los contextos para encontrar la fantasía oculta en aquellos escritores que dedican sus lecturas a alimentar el conocimiento, el espíritu y las ganas de seguir leyendo.

Escritores que han roto la barrera de lo real y lo ficticio han inculcado el hábito de la lectura en aquellas personas cautivadas por el descubrimiento de ese mundo mágico que se alberga en una parte del cerebro, a la que comúnmente se le denomina imaginación. Pero ese proceso se logra a través de algo a lo que Cassany llama “Literacidad, que abarca todo lo relacionado con el uso del alfabeto: desde la correspondencia entre sonido y letra hasta las capacidades de razonamiento asociadas a la escritura”.

María Cristina Martínez, profesora de univalle, dice: “uno de los aspectos más importantes que incide en la comprensión y producción de textos y que define un buen lector o escritor de uno que lo es menos, es la relación entre lo que anteriormente se llamaba la identificación de las ideas principales e ideas secundarias de un texto y que hoy toma el nombre de Macro-estructura”. Al concluir con esta autora todo esto se define al entender cada tipo de lectura según el imaginario que el lector posea para que pueda formar su propia macro-estructura, enlazando varios conocimientos y creando su propio mundo imaginario en donde leer es despertar todas las emociones en donde se encuentra la fantasía y la sensación de cada lector.

No hay comentarios:

Publicar un comentario